Los moluscos y la contaminación. Una revisión
Erick Raúl Baqueiro-Cárdenas*, Luz Borabe, Carolina G. Goldaracena-Islas y Josefina Rodríguez-Navarro
Los moluscos son un grupo megadiverso, se
encuentran tanto en desiertos y zonas polares, como en
trópicos y grandes profundidades oceánicas. Sin embargo,
es en las lagunas litorales tropicales donde alcanzan su
máxima diversidad y función. Son consumidores o depredadores, existen cerca de 110 mil especies.
Se han empleado diferentes
grupos de moluscos como indicadores de contaminación por su capacidad
de acumular contaminantes. La movilidad de los gasterópodos les
permite evadir condiciones adversas del ambiente pero en ocasiones son atraídos hacia éstas por la materia orgánica.
Según algunos autores, las poblaciones pueden haber
evolucionado resistencia genética por medio de selección
natural de individuos con resistencias diferenciales.
Esta tolerancia se manifiesta en la composición de las
comunidades en los ecosistemas contaminados. Los niveles de tolerancia varían con el tipo de
contaminante, su concentración y la presencia de otros
contaminantes. Fue demostrado que organismos resistentes a los metales son más susceptibles
a otros tipos de presiones ambientales, resultado de
modificaciones o debilidad fisiológicas.
Según Williams et al. (1993) el norte de México y sur
de los Estados Unidos, presentan la más alta biodiversidad
de moluscos de agua dulce en el mundo, así como el mayor
porcentaje de especies en peligro de extinción.
La tolerancia y adaptabilidad de los moluscos, en
particular algunos bivalvos, los han situado como los
organismos preferidos en el monitoreo de la presencia
de contaminantes e indicadores de la calidad de los
ecosistemas. Los bivalvos como fi ltradores y algunos
gasterópodos como herbívoros responden, cada uno, a una
fracción particular del cuerpo de agua.
No todo
contaminante puede advertirse a través de los análisis de
moluscos. Sin embargo, hay otros indicadores ambientales
que pueden servir para la determinación de impacto
ambiental por contaminación y diferentes actividades
humanas; esto es, a través de los cambios en la estructura
de una población de moluscos, ya sea por predominio
o por debilitamiento debido a un desequilibrio en las
capacidades de competencia en la comunidad. Lo cual
puede lograrse mediante los siguientes mecanismos: 1.
Reducción del predominio de una población por a) pérdida
de competencia, b) disminución de presa (Gasterópodos), c)
incremento en depredación, d) incremento en parasitismo y
e) disminución en la capacidad reproductora. 2. Predominio
de una población por a) relajamiento de la competencia,
b) relajamiento en la depredación, c) incremento en presa. Tales factores deben ser estudiados con relación al efecto de
la contaminación y el comportamiento de las comunidades, para no provocar pérdida de biodiversidad.
- Erick Raúl Baqueiro-Cárdenas*, Luz Borabe, Carolina G. Goldaracena-Islas y Josefi na Rodríguez-Navarro "Los moluscos y la contaminación. Una revisión" Revista Mexicana de Biodiversidad (2007). no. 78. pp. 1-7.
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